El partido amistoso entre las selecciones de México y Portugal, previsto para el 28 de marzo de 2026, registró una oferta de boletos considerablemente reducida para el público general, ya que menos del 25 % del aforo total del Estadio Banorte fue liberado para su venta.
Aunque el inmueble cuenta con una capacidad aproximada de 85 mil espectadores, únicamente 19 mil 493 entradas estuvieron disponibles para los aficionados, situación que generó inconformidad debido a la alta expectativa que rodea el encuentro, considerado parte de la preparación rumbo al Mundial de 2026.
La comercialización de los boletos inició el 11 de diciembre mediante una preventa exclusiva para clientes del banco patrocinador; sin embargo, el proceso se retrasó un día a causa de fallas técnicas en la plataforma de la boletera Fanki. Durante esta etapa se vendieron 16 mil 753 boletos.
Posteriormente, el 13 de diciembre, se abrió la venta al público en general, pero solo 2 mil 740 entradas quedaron disponibles, mismas que se agotaron en cuestión de minutos debido a la elevada demanda.
De acuerdo con los organizadores, más de un millón de personas intentaron adquirir boletos, motivadas en gran parte por la posibilidad de presenciar a figuras internacionales como Cristiano Ronaldo. Asimismo, se informó que 6 mil 300 boletos fueron asignados a palcos y cerca de 8 mil a plateas, mientras que el resto se distribuyó en las ventas oficiales.
Esta distribución provocó que una parte importante del aforo quedara comprometida para acuerdos comerciales y organizativos, limitando el acceso del público en general. El encuentro marcará la reinauguración del Estadio Banorte tras su remodelación y funcionará como evento de prueba de cara a la Copa del Mundo que se celebrará en México, Estados Unidos y Canadá.