Una copa asignada desde el escritorio fue la gota que derramó el vaso. Rosario Central y su estrella Ángel Di María se han convertido en figuras no gratas para algunas de las hinchadas del futbol argentino. Y es que las constantes sospechas de que al equipo “canalla” se le estaba favoreciendo desde la parte arbitral para que el futbolista campeón del mundo luciera en el torneo local terminaron por agravarse cuando el Comité Ejecutivo de la Liga Profesional de Futbol decidió declarar al club rosarino como campeón anual del certamen.
Es verdad que Rosario se aseguró el primer lugar en la tabla anual tras haber vencido en la fecha 14 del Torneo Clausura a Instituto; sin embargo, la molestia surgió cuando dicho comité, que depende de la Asociación de Futbol Argentino (AFA), decidió unilateralmente que había que premiar al equipo con un trofeo entregado en las oficinas de la organización.
Y es que en el reglamento de competencia, en ninguna parte se estipulaba que al club con mayor puntaje a lo largo del año se le nombraría campeón anual, ni mucho menos se hablaba de que iban a recibir un trofeo por ello. No obstante, la AFA y su comité se las han ingeniado para otorgarle una estrella más al escudo de los “canallas”.
Aunque hay una molestia generalizada por el resto de los clubes que compiten en la categoría, pocos se han atrevido a levantar la voz públicamente. Uno de ellos fue Estudiantes de La Plata, quien emitió un comunicado en el que dieron a conocer que como institución nunca participaron en ninguna votación para se modificara el reglamento con el objetivo de premiar a Rosario Central.
“El Club Estudiantes de La Plata comunica a sus socios, socias, hinchas y a la comunidad que, en la reunión del Comité Ejecutivo de la Liga Profesional del Futbol Argentino, no se realizó ninguna votación respecto del reconocimiento del título de Campeón de Liga 2025″, dejaron en claro a través de sus cuentas oficiales.
La declaración no cayó bien en la AFA y fue el secretario de la misma, Pablo Toviggino, quien respondió de manera filosa acusando al presidente de Estudiantes, Juan Sebastián Verón, de formar parte de una campaña mediática de desestabilización y terrorismo contra la AFA y sus dirigentes.
Como suele suceder en casos polémicos como éste, es en las calles donde las voces de inconformidad han sido más evidentes, ya que los hinchas han intervenido un mural que fue creado en honor a Ángel Di María luego del campeonato ganado en el Mundial de Qatar 2022.
“Ladrón, Mercenario”, es lo que se reza en la pinta donde aparece el mediocampista y que se ubica en las inmediaciones del Club Atlético El Torito de Rosario, en el cual Ángel Di María se formó desde pequeño antes de saltar al profesionalismo.
Desde la interna de Central, dirigentes, futbolistas y cuerpo técnico se han defendido de los señalamientos que se les han hecho, argumentando que los triunfos del equipo son legítimos y ganados en la cancha. Pero paradójicamente, el problema es justamente ese: que es, quizá, el campeonato más insípido de la historia del futbol argentino, pues en vez de celebrarse sobre el césped, se hizo rodeado de cuatro paredes.
