La Selección Mexicana igualó 0-0 frente a Uruguay en un partido amistoso que dejó sensaciones mixtas para el conjunto nacional. Aunque el Tri mostró orden y disciplina táctica durante la mayor parte del encuentro, volvió a evidenciar problemas en la generación de peligro y definición en el área rival, un aspecto que se ha convertido en una constante reciente.
Desde el inicio, México buscó controlar el ritmo del partido mediante posesiones largas y presión moderada, mientras que Uruguay apostó por transiciones rápidas y ataques verticales. A pesar de esos intentos, ninguno de los dos equipos logró imponer condiciones con claridad, las defensas se mantuvieron firmes y evitaron que el marcador se moviera.
El conjunto mexicano tuvo algunos acercamientos que pudieron marcar diferencia, pero la falta de precisión en el último toque impidió que se concretaran opciones de gol. Uruguay, por su parte, encontró espacios en contragolpes, aunque también se topó con una zaga mexicana bien plantada que resolvió los momentos de mayor riesgo.
Para el cuerpo técnico del Tri, el partido representó una oportunidad para observar variantes tácticas y evaluar a varios jugadores que buscan consolidarse en la selección como el caso de los seleccionados Sub-20 Obed Vargas y Gilberto Mora. Sin embargo, el empate sin anotaciones también subraya la necesidad de fortalecer el ataque y mejorar la toma de decisiones en los metros finales.
Con este resultado, México continuará su preparación de cara a su encuentro contra Paraguay, con la misión de corregir las carencias ofensivas y mantener la solidez defensiva mostrada ante un rival de alto nivel como Uruguay.