Las apuestas ilegales siguen siendo un cáncer en el deporte y ahora fue Turquía quien ha sido víctima de esta práctica. La Federación de Futbol Turca (TFF) dio a conocer que suspendió provisionalmente a 1024 jugadores y a un presidente de un club por identificar en ellos presuntos nexos con este delito.
Hace apenas unas semanas, la bomba había estallado cuando se reveló que 370 árbitros de las diferentes divisiones profesionales turcas eran sospechosos de participar en apuestas, por lo que se dio paso a suspender a 150 de ellos para evaluar las acusaciones en su contra.
Sin embargo, esa solo fue la punta del iceberg, ya que ahora se ha visibilizado que la problemática también incluye a los futbolistas, de los cuales, según la agencia Reuters, 27 jugarían actualmente en la primera división.
Asimismo, sin que se hayan revelado todavía los nombres, se puntualizó que ya hay ocho detenidos por esta cuestión, entre los que se encontraría el presidente del Eyupspor, Murat Ozkaya, quien salió campeón de la Segunda División el año pasado.
Ante este panorama que fue calificado por el dirigente de la TFF, Ibrahim Haciosmanoglu, como “una crisis moral del futbol turco”, se han visto obligados a suspender todos los encuentros correspondientes a la Segunda y Tercera División.
En tanto, la federación ha hecho una solicitud a la FIFA para que extienda el periodo de contratación de futbolistas por lo menos 15 días más, esto con la finalidad de que los clubes afectados tengan la posibilidad de completar sus plantillas para futuras competencias.