David Martínez Aceves, un joven médico mexicano de 26 años, tomó una decisión que cambió por completo el rumbo de su vida: dejar su trabajo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para perseguir su sueño de convertirse en peleador profesional de artes marciales mixtas. Tras años de preparación y sacrificio, el especialista que atendió a pacientes durante la pandemia de COVID-19 logró firmar contrato con la UFC, la liga de artes marciales más importante del mundo.
Durante su paso por el Hospital General de Zona No. 68 del IMSS, en Tultepec, Martínez combinaba intensas guardias médicas con largas sesiones de entrenamiento en disciplinas como Jiu-Jitsu, Boxeo y Kickboxing. El ahora peleador, conocido en el octágono como “Black Spartan”, ha señalado que la disciplina y el enfoque que aprendió en la medicina fueron fundamentales para abrirse camino en el exigente mundo de las artes marciales mixtas.
El mexicano debutó oficialmente en la UFC a inicios de 2025, un logro que representó años de esfuerzo y constancia. En diversas entrevistas, Martínez ha expresado que su motivación principal es inspirar a otros jóvenes a luchar por sus sueños, sin importar las dificultades o los caminos tradicionales que deban dejar atrás. También ha dedicado este nuevo capítulo de su vida al personal médico, a quienes considera “auténticos guerreros y gladiadores de la vida real”.
Aunque su presente está centrado en la competencia profesional, David no descarta volver en el futuro al ámbito médico. Afirma que su vocación de servicio sigue viva y que algún día le gustaría regresar al IMSS para continuar ayudando a las personas, quizá desde una especialidad. Su historia combina dos mundos aparentemente opuestos —la ciencia y el combate— en un mismo mensaje de esfuerzo, pasión y superación personal.