Diego Armando Maradona es eterno. Así lo dejaron claro los integrantes de la Iglesia Maradoniana, quienes se congregaron anoche en el barrio de la Boca, en Buenos Aires, Argentina, para celebrar los 65 años que este jueves estaría cumpliendo el histórico “10” del futbol mundial.
La sede fue el bar Lo del Diego, a donde llegaron más de cien feligreses del “Pelusa”, mismos que recibieron como invitadas de honor a tres hermanas del que fuera campeón del mundo. Rita, Ana y Claudia no solo presenciaron el acto conmemorativo, sino que incluso fueron bautizadas como marcan los protocolos de la Iglesia Maradoniana.
Dentro de la dinámica que prepararon los cabecillas de este grupo que lleva más de dos décadas activo, se encontró la proyección de un video donde aparecían exjugadores, compañeros y amigos que deseaban un feliz cumpleaños a Maradona.
Posteriormente, las hermanas del “Pelusa”, Rita, Ana y Claudia, dieron paso a cumplir con el protocolo maradoniano para ser integradas de manera formal a la iglesia, es decir que cada una de ellas recreó el famoso gol que marcó Maradona en el Mundial de México 86 a Inglaterra, conocido popularmente como “la mano de Dios”.
El proceso estuvo lleno de nostalgia, dado que la familia de Diego utilizó camisetas emblemáticas que el mediocampista sudó durante su carrera pambolera, como fue aquella que usó a su regreso a Boca Juniors o la de Newell´s de 1993.
Diego Armando Maradona falleció el 25 de noviembre del 2020, pero la Iglesia Maradoniana se encuentra en funciones desde el 30 de octubre de 1998, y desde entonces, sus miembros nunca han dejado de remarcar que lo del Diego es un fenómeno de amor, algo que ha trascendido más allá de Argentina, pues actualmente cuentan con adeptos de otros países, incluido México.
Para cerrar la celebración, y como hacen cada año, diez segundos antes de la medianoche, los asistentes realizaron el tradicional conteo para dar apertura a lo que ellos conocen como “Una nueva Navidad Maradoniana”, con la que reafirman que la pelota del Diego, además de no mancharse, sigue rodando por todo el mundo.