El Stuttgart cerró una temporada difícil con una sonrisa. Luego de una campaña decepcionante en Bundesliga —terminando en noveno lugar— y una eliminación temprana en la Champions League, el club suabo encontró consuelo en la DFB-Pokal, donde conquistó su cuarto título copero tras vencer 2-4 al Arminia Bielefeld, equipo de la tercera división alemana.
El duelo, disputado en el Estadio Olímpico de Berlín, comenzó con valentía por parte del Bielefeld, que no se dejó intimidar por la diferencia de categorías. Incluso estuvo cerca de abrir el marcador con un potente disparo de Bazee que se estrelló en el travesaño. Sin embargo, los errores en la salida de balón fueron fatales. El Stuttgart no perdonó: Woltemade, Millot y Undav aprovecharon las fallas del rival y prácticamente sentenciaron la final antes del descanso.
En el complemento, el Bielefeld no bajó los brazos e intentó meterse nuevamente en el partido, pero el Stuttgart mantuvo la solidez defensiva. Cuando el rival volvió a errar, Millot firmó su doblete con un zurdazo cruzado que aumentó la ventaja. Aunque Kania descontó y un autogol de Vagnoman puso algo de dramatismo en el cierre, la historia ya estaba escrita.
El conjunto dirigido por Sebastian Hoeness alzó la Pokal por cuarta vez en su historia y, con ello, aseguró su participación en la próxima Europa League, cerrando así una temporada de altibajos con un triunfo que devuelve ilusión a su afición.