El próximo domingo 9 de febrero, la NFL celebrará el Super Bowl LIX en el Caesars Superdome de New Orleans, donde los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles se enfrentarán por el trofeo Vince Lombardi.
El evento contará con la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se convertirá en el primer mandatario en funciones en asistir a un Super Bowl.
Ante el impacto del atentado del 1 de enero de 2025, que dejó 14 víctimas fatales y obligó a postergar el Super Bowl, la NFL y las autoridades de Louisiana han desplegado un operativo de seguridad sin precedentes. El gobernador del estado, Jeff Landry, aseguró que se han tomado todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los asistentes.
Por su parte, Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, informó que 7,000 efectivos estarán en actividad durante el evento y que podrían sumarse más si la situación lo requiere. Hasta el momento, no se ha identificado ninguna amenaza real para los más de 120,000 aficionados que visitarán New Orleans durante la semana del Super Bowl.
Con este blindaje de seguridad, la NFL y las autoridades buscan que la edición número 11 del Super Bowl en New Orleans transcurra sin incidentes.