La inesperada salida de Sergio “Checo” Pérez de Red Bull Racing dejó más preguntas que respuestas en el mundo de la Fórmula 1.
Con la confirmación de Liam Lawson como su reemplazo, el piloto mexicano enfrenta un futuro incierto, aunque lleno de oportunidades. Según reportes, la escudería habría ofrecido una indemnización cercana a los 8 millones de dólares para cerrar el vínculo laboral sin que pareciera un despido, buscando proteger su imagen pública y evitar conflictos legales.
Sin embargo, las circunstancias de su salida, marcadas por tensiones internas y factores como la caída en el rendimiento del monoplaza RB20, han dado lugar a especulaciones.
A pesar de su salida, Checo dejó claro que su carrera no ha terminado. En redes sociales, declaró que se tomará un breve respiro antes de definir su siguiente paso en el automovilismo.
“Toca desacelerar por primera vez en mi vida, pero solo por unas cuantas curvas”, expresó. En paralelo, las próximas regulaciones de la F1 para 2026 abren posibilidades de retorno, pues su experiencia podría ser clave en el desarrollo de los nuevos monoplazas.
Equipos como Alpine podrían beneficiarse no solo de su talento, sino también del respaldo económico de sus patrocinadores, mientras que roles en simuladores le permitirían mantenerse activo dentro del circuito.
Por otro lado, su vínculo con Ferrari podría reactivarse a través del Mundial de Resistencia (WEC). De acuerdo con el diario MARCA, Checo se encuentra en negociaciones avanzadas para participar en competencias emblemáticas como las 24 Horas de Le Mans.
Este movimiento representaría un regreso a sus raíces, ya que el mexicano fue parte de la Academia de Pilotos de Ferrari antes de debutar en F1.
Este cambio, lejos de ser un retiro, posicionaría al piloto como una figura relevante en distintas áreas del automovilismo internacional.
Aunque Red Bull calificó su salida como una “decisión mutua”, declaraciones de Christian Horner y reportes de ESPN revelan discrepancias en la narrativa oficial. Mientras tanto, la presión sobre Liam Lawson será alta, ya que deberá demostrar su capacidad como coequipero de Max Verstappen.
Para Checo, las primeras semanas de 2025 serán decisivas en la definición de su futuro, ya sea en la F1, el WEC u otro desafío automovilístico. Lo que es indiscutible es que el mexicano aún tiene mucho por ofrecer al automovilismo mundial.