El Pachuca sigue dejando claro que no viajó a Doha para ser un mero espectador. Este jueves, los Tuzos dieron un golpe de autoridad al golear 3-0 al Botafogo en la Copa Intercontinental.
Con anotaciones de Oussama Idrissi, Nelson Deossa y Salomón Rondón, el conjunto hidalguense demostró su capacidad y contundencia en un torneo de alto nivel. El resultado los catapulta a la siguiente ronda, donde enfrentarán al Al-Ahly, campeón egipcio y uno de los clubes más laureados del continente africano.
El partido tuvo un significado especial más allá del marcador, ya que contrastó con las palabras recientes de Luis Enrique, técnico del PSG. En una conferencia de prensa previa al sorteo del Mundial de Clubes, el español ironizó sobre la calidad del Botafogo, sugiriendo que el club brasileño sería un rival garantizado para su equipo.
Para su sorpresa, no solo quedaron en el mismo grupo del torneo, sino que ahora el Pachuca, y no el Botafogo, se perfila como uno de los contendientes más sólidos del certamen.
La actuación de los Tuzos confirmó su experiencia en torneos internacionales y su habilidad para competir contra rivales de jerarquía. Con una plantilla bien estructurada y liderada en la cancha por figuras como Rondón, el equipo mexicano ha sabido capitalizar su momento.
Ahora, el desafío será superar al Al-Ahly para alcanzar la ansiada final, donde podrían enfrentarse al Real Madrid, liderado por estrellas como Bellingham, Mbappé y Vinícius.
El camino no será fácil, pero el Pachuca ha dejado claro que tiene el potencial para trascender. En un torneo donde los reflectores suelen apuntar a los grandes de Europa y Sudamérica, los Tuzos están decididos a ganarse su lugar en la historia y demostrar que el fútbol mexicano tiene mucho que aportar en el escenario internacional.