Leclerc, Sainz y Alonso encabezaron el inusual espectáculo nocturno en Las Vegas

En una situación inusual, la Fórmula 1 llevó a cabo una sesión de entrenamientos en las calles de Las Vegas entre las 2:30 y las 4:00 de la madrugada, hora local. Este horario permitió una demora de dos horas y media para reparar tapas de alcantarilla y garantizar la seguridad de los monoplazas en el circuito urbano. Cabe destacar que este evento se desarrolló a puerta cerrada en una ciudad conocida por su actividad nocturna.

Liberty Media, el promotor del Gran Premio de Las Vegas, busca crear un evento único y extravagante, estableciendo nuevos estándares en la competición. A pesar de la extravagancia, se espera que la producción televisiva y el despliegue del evento lo conviertan en un éxito histórico.

La sesión de entrenamiento estuvo marcada por un incidente significativo cuando el piloto Carlos Sainz atravesó una tapa de alcantarilla, resultando en daños graves en su Ferrari. Aunque no sufrió lesiones, Sainz enfrenta una penalización de diez puestos en la parrilla debido a la necesidad de cambiar la unidad de potencia y el chasis.

Esta penalización también afectó a Esteban Ocon, quien tuvo que cambiar el chasis después de pasar por encima de la misma pieza. La situación generó críticas del equipo Alfa Romeo, con el director Frédéric Vasseur calificándola como “inaceptable” y previendo costosos daños en el chasis y el motor.

A pesar de los contratiempos, los Libres 2 confirmaron la evolución positiva de la pista, con Charles Leclerc liderando la sesión. Aunque los equipos optaron por ahorrar neumáticos en previsión de problemas de “graining”, se observaron buenas actuaciones de pilotos como Fernando Alonso, quien colocó al Aston Martin en tercer lugar.