América se quedó en los octavos de final de la Leagues Cup, tras perder polémicamente ante Nashville FC en tanda penales.
En el quinto disparo, los americanistas festejaron después de que Luis Ángel Malagón detuviera el penal, sin embargo, puso dos pies delante de la línea de meta antes de que el tirador disparara, por lo que el árbitro ordenó la repetición desde los 11 pasos.
La pena máxima se repitió a favor de Nashville FC, que a la postre culminaría en la eliminación del América, desatando polémica y quejas por parte de aficionados, jugadores y cuerpo técnico.
Sin embargo, a las ‘Águilas’ del América les aplicaron la misma que la institución utilizó en contra del Atlético Morelia hace 35 años, en la semifinal del 87-88.
El domingo 26 de junio de 1988 quedó enmarcado en la historia del futbol mexicano, cuando al silbante Miguel Ángel Salas se le olvidó el reglamento de la competencia. La semifinal había estado llena de emociones, que dieron un par de empates 2-2; primero en el Estadio Venustiano Carranza y después en el Azteca, para culminar con un 4-4 en el global, donde la serie tuvo que trasladarse a los tiempos extra.
Ricardo Campos anotó gol para los ‘rojiamarillos’ poniendo al frente al Atlético Morelia, y posteriormente Alfredo Tena empató el marcador 5-5, por lo que el árbitro pitó el final y los michoacanos festejaron, después de que, según ellos habían avanzado por el tema del gol de visitante.
El árbitro, que no conocía el reglamento, no podía convencer a los jugadores del Morelia de que volvieran al campo de juego, donde Antonio Carbajal ya se había llevado a sus pupilos fuera de la cancha.
El técnico del América, Jorge Vieira, le indicaba al árbitro Salas que la serie debía seguir para determinar a un vencedor. Ante la presión de los americanistas y de los medios de comunicación, que para ese entonces controlaban totalmente el futbol mexicano, el colegiado mandó sacar a los jugadores del Morelia, los cuales ya estaban bañados y relajados.
El dueño del Morelia, Nicandro Ortiz, trataba de impedir el regreso de sus pupilos, sin embargo, tuvo que intervenir el gobernador de Michoacán, Luis Martínez Villicaña, quien pidió a los jugadores que regresaran al campo de juego.
Después de mucho insistir, se decidieron a cobrar los penales, donde Adrián Chávez, arquero americanista se convirtió en figura deteniendo los disparos de Campos y Pedro Osorio. América avanzó a la final contra los Pumas, coronándose con marcador global de 4-2.
Un campeonato que desde entonces ha estado manchado debido al controversial triunfo de los de Coapa en la semifinal.